En la columna de Política Internacional, de la mano de JUAN IGNACIO IÑURRIETA, nos preguntamos: ¿En qué anda el mundo actualmente?, e hicimos un análisis y puesta en común del contexto internacional y la disputa geopolítica.
En esta oportunidad se habló y se hizo una breve cronología desde el 2019, donde el pueblo boliviano acudió a las urnas para elegir a un nuevo presidente, hasta la actualidad donde se pone sobre el tablero político la interna oficialista que atraviesa el Estado Plurinacional de Bolivia.
Es clave recordar que en el 2019 Evo Morales buscó un cuarto mandato con el aval de la justicia boliviana que lo habilitó a participar de las elecciones tras el traspié sufrido en el referéndum de 2016. El tribunal falló a favor de Evo ya que decidió “declarar la aplicación preferente de los “derechos políticos” por encima de los artículos de la Constitución que limitan la cantidad de veces que una persona puede ser reelecta.
Posteriormente viene la parte más conocida de la película. Se dan a conocer los resultados de las elecciones, después de una suspensión del recuento por un día, y Morales es declarado oficialmente ganador con el 47,08 %de los votos frente al 36,51 % de Mesa: supera los 10 puntos porcentuales exigidos para evitar la segunda vuelta. Luego vienen las cataratas de denuncias de fraude por parte de la oposición y de organismos internacionales.
Morales anuncia finalmente su renuncia después de 13 años en el poder y se concreta el golpe de Estado por parte de la derecha boliviana, con apoyo internacional. Todo esto acompañado de un estallido social y represión con casi 40 muertos. Janine Áñez asume como presidenta interina y tanto Evo como Álvaro terminan exiliándose.
Desde Argentina Evo Morales y García Linera deciden que el candidato a presidente debía ser Luis Arce junto a David Choquehuanca como vice. La nómina ganó la elección presidencial en primera vuelta por un margen aún mayor que el alcanzado por el partido en las elecciones del año anterior.
A su regreso del exilio Evo retomó el liderazgo del principal sindicato cocalero y del MAS. Los leales al presidente Luis Arce y su vice David Choquehuanca dicen que “Evo está en una etapa de absoluta conspiranoia”. Además le reprochan, “se equivoca en su persistencia de querer volver al poder”. Los conflictos internos en el oficialismo han generado una división en la bancada parlamentaria entre el bloque “renovador”, del presidente Luis Arce y Choquehuanca, y los llamados “radicales” que apoyan a Morales.
Las elecciones presidenciales son recién en 2025. Es crucial la unidad de ambos sectores para poder continuar llevando adelante la transformación del suelo boliviano, ya que en principio no parecen ser debates respecto el programa político sino simple disputa de cargos al interior del estado.
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