Verdes y Frites opina…
Ya todas, todes y todos sabemos del enojo de Alfredo Casero en el programa de LN+ que conduce Luis Majul. Pero de este evento, surgen varios temas que nos parecen importantes destacar…
En primer lugar, vemos como la derecha ultra odiante se aglomera, se reparten de nuevo las alianzas, y se representan por medio del odio y la violencia. Esto no es nuevo, sino que viene en camino de subida, con cada vez mas adeptos y la peligrosidad de los medios de comunicacion que
potencian el alcance y la validacion social. Pero este es solo uno de los temas, y ya se viene hablando por muchos otros espacios… Lo que queremos destacar, es la violencia, y mas aun en medios
de comunicacion, como un PRIVILEGIO de las masculinidades.
Todo empezó cuando Casero comenzó a hablar sobre el discurso de Cristina Fernádez de Kirchner.
Luego estalló de ira ante las repetidas interrupciones y el trato irónico del periodista (tambien,
en codigo machista y violento).
Si, enojarse, en publico y que esto no sea condenado (muy similar al enojo de Will Smith contra
Chris Rock), es un privilegio de las masculinidades, y esto no puede pasarse por alto.
¿Existen los privilegios masculinos? Si, claro. Existen.
El debate sobre los privilegios masculinos sigue siendo complejo y esquivo.
La noción de privilegio sigue estando poco definida, y es un debate al que se le huye.
Junto con la violencia, el modelo de masculinidad hegemónica se presenta y se manifiesta
en una segunda dimensión muy importante: la predeterminación de cómo debe relacionarse un hombre.
Y automaticamente, como ya sabemos, cuando se marca lo que si corresponde, lo permitido,
aquello aceptado, de manera tacita se genera un contrato que deja afuera lo que no.
Las desigualdades no se sustentan solas, hace falta una violencia que las consolide.
Y en esas desigualdades, los medios de comunicacion legitiman que la violencia; la violencia
de un varon cis; la violencia de un varon cis de derecha; la violencia de un varon cis de
derecha y blanco clase alta estan permitidas, tambien por que son necesarias.
Necesarias para marcar una construccion y una produccion del imaginario de la identidad masculina,
de una disparidad en cuanto a los modos de habitar los espacios públicos-privados, dominante y hegemonica.
Esta es una de las mayores herramientas de sociabilizacion y adiestramiento que siempre han
construido nuestras sociedades. Lo que necesitamos, es que las masculinidades asuman una reflexión colectiva sobre sus posiciones de privilegio y las maneras en que se han naturalizado y hasta demandado,
así como tambien es necesario traicionar la complicidad machista entre sus pares y transitar
hacia otros pactos de sociabilidad.
Es urgente, que rompamos con los privilegios hacia las masculinidades.
Una mesa con 5 varones, discutiendo, de manera violenta y a los gritos, ya no esta permitido.
No sostenemos mas la figura adoctrinadora del varon violento, como ejemplo correctivo.
Otra forma de hacer periodismo es posible. Otra modelo de sociedad es posible.
Verdes y frites