Mar del Plata nuevamente en el ojo de las estafas y hackeos.
Mensajes que advierten sobre paquetes que no pueden entregarse. Operaciones a través de marketplace en las que se concreta el pago pero no la entrega de lo comprado. Llamadas desde inmobiliarias a potenciales inquilinos para departamentos que no existen. Mails que ofrecen donaciones tan millonarias como improbables. El viejo cuento del tío tiene una versión actualizada a los tiempos que corren: las estafas digitales.
Aunque las noticias abundan y las alertas corren de boca en boca -o, mejor dicho, de celular en celular-, lo cierto es que casi todas las personas estamos en la mira de los estafadores digitales y por más desconfiadas o cuidadosas que seamos, una situación de emergencia o un descuido puede volvernos vulnerables. Y salirnos caro.
Conocido este universo al que estamos expuestos, cabe invertir la lógica y preguntarnos: hecha la trampa, ¿hecha la ley? Es decir: ¿cómo nos protege el Estado ante estas nuevas modalidades delictivas que, además, se actualizan de manera vertiginosa? ¿Qué se puede hacer, además de tomar recaudos de manera individual? En caso de ser víctima de una estafa, ¿cómo y dónde debe denunciarse el hecho? Y por último: ¿vale la pena el esfuerzo -económico, físico y en tiempo invertido- iniciar una denuncia policial y/o judicial?
Sobre estos temas Sabrina Lamperti con el equipo de BACAP, investigadora del Ministerio Público Fiscal e integrante del Equipo “Internet Sana” del Laboratorio de Investigación y Desarrollo de Tecnología en Informática Forense (InFo-Lab), equipo marplatense interdisciplinario de investigadores, profesionales y técnicos especialistas en esta temática.
¿Cuál es la clave para definir una estafa digital dentro del universo de los ciberdelitos?
-Una estafa digital tiene como objetivo obtener información personal para luego usarla en contra de la persona, en general porque busca un beneficio patrimonial. A veces no llega a concretarse esto último, y lo que vamos a tener es una tentativa, o quizá un delito menor -y residual-, o un acto preparatorio de un delito. Por eso es importante concientizar en no entregar ningún tipo de dato ya que no siempre la vía judicial va a poder resolver el problema.
-Una vez que la persona se dio cuenta de que fue víctima de una estafa digital, ¿cuáles son los pasos a dar? ¿Qué pruebas hay que presentar?
Conviene conservar el mensaje recibido (ya sea por SMS, por correo electrónico o por redes sociales). Las capturas de pantalla pueden servir como indicio pero no siempre es suficiente para determinar la existencia de un delito, es necesario poder analizar muchos aspectos de los mensajes, no solo su contenido. También es importante determinar un usuario no solo por el nombre exhibido en redes sociales. O, si hay que identificar una publicación, poder guardarla, conservarla, para remitirse a ella antes que sea eliminada y de esa forma poder pedir colaboración a las entidades correspondientes.
¿Con qué expectativas puede acercarse una persona al sistema judicial? a diferencia de otros delitos, a lo que más aspiran las personas es a recuperar lo que perdieron, incluso más que la sanción a quién o quiénes cometieron el delito. Los simples hackeos de cuentas de WhatsApp o redes sociales, no son un delito que pueda investigar el estado dado que el propio Código Penal lo define como delito de acción privada y eso va por trámite de querella, al igual que sucede con las calumnias e injurias. Entonces, eso dificulta la intervención estatal. El sistema judicial se enfoca en casos de estafas donde se concretan los perjuicios económicos. En cuanto a restitución del dinero, depende el caso, ya que muchas veces se realizan inmediatamente las transferencias, incluso no siempre el primer destinatario es el autor porque existen maniobras de triangulación. Y en otros casos el dinero se transforma en criptoactivo y ahí sigue otro rumbo, a veces recuperable, a veces no. Aunque no siempre es posible, existen casos de éxito e incluso hay procedimientos donde se han podido dar con los responsables de los delitos.
Podés acceder a la nota completa acá: BACAP
Ya el año pasado desde la Defensoría del Pueblo de General Pueyrredon advirtieron un crecimiento de los ciberdelitos en la ciudad y pidieron a la gente a que haga la denuncia, que en solo unos minutos puede realizarse a través de un email: denunciasmardeplata@mpba.gov.ar