En el marco del Juicio por las Brigadas, el Tribunal Oral Federal (TOF) 1 de La Plata condenó este martes a prisión perpetua a dos represores responsables de las desapariciones de estudiantes en La Noche de los Lápices, ocurrida el 16 de septiembre de 1976, durante la última dictadura cívico-militar – eclesiástica.
Se trata del abogado y exministro de gobierno bonaerense durante la dictadura, Jaime Lamont Smart, y el exmédico de la Dirección de Investigaciones, Jorge Bergés.
No olvidemos, que “La Noche de los Lápices” es el nombre con que se conoce una serie de secuestros y asesinatos de estudiantes de secundaria, que reclamaban por el boleto estudiantil, ocurridos durante la noche del 16 de septiembre de 1976 y días posteriores, en la ciudad de La Plata.
En total diez estudiantes secundarios fueron secuestrados y torturados por grupos de tareas de la dictadura. Seis fueron asesinados sin que se hallaran sus restos hasta la fecha: Claudio de Acha, María Clara Ciocchini, María Claudia Falcone, Francisco López Muntaner, Daniel Racero y Horacio Ungaro. Los cuatro sobrevivientes fueron Gustavo Calotti, Pablo Díaz, Patricia Miranda y Emilce Moler.
En la jornada, la justicia también condenó a perpetua al ex jefe del Regimiento de Infantería Mecanizado N°3 de La Tablada, Federico Minicucci; al ex jefe de Actividades Psicológicas, Guillermo Alberto Domínguez Matheu; al ex capitán Carlos Gustavo Fontana; al ex jefe de la Sección Reunión Interior, Carlos María Romero Pavón; al ex jefe de Sección de Operaciones Especiales, Jorge Héctor Di Pasquale; al ex jefe de la Central de Reunión, Roberto Armando Balmaceda y al exdirector de Investigaciones Zona Metropolitana, Juan Miguel Wolk, .
La Justicia Federal además sentenció a 25 años de prisión al ex jefe de la Sección Comando y Servicio, Alberto Julio Candioti. Por su parte, Enrique Barré resultó absuelto.
Este juicio tenía entre sus principales imputados al ex comisario de la policía bonaerense Miguel Osvaldo Etchecolatz, quien falleció en julio del 2022 con múltiples condenas a prisión perpetua.
Las presencias en la sala del primer piso del edificio de las calles 8 y 50 dieron cuenta de cuántas vidas están atravesadas por los hechos que se ventilaron en el juicio.
Estuvieron Teresa Laborde Calvo, la hija que Adriana Calvo parió mientras la trasladaban maniatada y con los ojos vendados desde la Comisaría 5ª de La Plata hasta el Pozo de Banfield. Estuvieron también sus hermanos Santiago y Martina.
Pero no fueron los únicos, en la primera fila estuvo sentada Elsa Pavón, la primera abuela en recuperar a su nieta gracias a los análisis genéticos. Cerca de ella estuvo Victoria Moyano, que nació en el Pozo de Banfield. A su lado, Clara Petrakos que busca a su hermana que también nació ahí. Pedro Nadal también se vió firme junto a Elsa. Pedro fue secuestrado junto a su mamá, en su paso por el Pozo de Quilmes, y restituyó su identidad gracias a Abuelas de Plaza de Mayo.
Estuvieron Ana Laura Mercader; Alejandrina Barry; Daniel Santucho Navajas; Miguel Santucho entre otros hijos y familiares de desaparecidos.
Los represores están todos en prisión domiciliaria, con la única excepción de Di Pasquale, que está detenido en la Unidad 34 de Campo de Mayo. El TOF1 dispuso realizarles estudios para ver si podían cumplir la pena en prisión. Recién el 5 de julio se conocerán los fundamentos de la sentencia. Se descuenta que las querellas y la fiscalía –integrada por Ana Oberlin, Gonzalo Miranda y Juan Martín Nogueira– apelarán la absolución de Barre. El fallo –que fue festejado, especialmente ante un gobierno negacionista como el de Javier Milei y Victoria Villarruel– les deja sabor amargo a los abogados de la jurisdicción: los jueces no hablaron de genocidio. Solo Basílico dijo que los crímenes se cometieron “en el marco del genocidio” que se perpetró en la Argentina, pero quedó en minoría.
Es importante resaltar, que esta condena es histórica por varios motivos, y uno de ellos es que por primera vez en el mundo, se reconoce a personas trans como víctimas de lesa humanidad. Entre las 610 víctimas totales del juicio había 23 mujeres embarazadas, 10 nietes apropiades -7 de los cuales recuperaron su identidad-, militantes, estudiantes de La Noche de los Lápices, una madre secuestrada junto a su hijo y 8 mujeres trans y travestis. En un hecho considerado “histórico” por la comunidad y la militancia de Derechos Humanos, los jueces Walter Venditti, Esteban Rodríguez Eggers y Ricardo Basilico del TOF N1 de La Plata afirmaron que “los hechos, además de resultar crímenes de lesa humanidad, lo fueron en el marco de un genocidio”. Además reconocieron como víctimas de crímenes de lesa humanidad a las sobrevivientes trans Valeria del Mar Ramírez, Carla Fabiana “La Cañito” Gutiérrez, Paola Leonor Alagastino, Julieta Alejandra “Trachyn” González, Analia Velázquez, Marcela Viegas Pedro, Judith y Claudia, todas detenidas en el Pozo de Banfield. Estas dos últimas fallecieron a lo largo del proceso judicial.