Hoy es el «Día de acción por la salud de las mujeres, lesbianas, trans, travestis, bisexuales y no binaries» y la verdad es que en nuestro país se ve un panorama por demás complejo.
En el año 1987, la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe propuso el 28 de mayo como el Día de Acción por la Salud de las Mujeres para visibilizar y dar atención particular a las causas de enfermedad y muerte que afectan a mujeres, lesbianas, trans, travestis, bisexuales y no binaries, haciendo énfasis en la prevención y el tratamiento. En nuestro país, se convirtió en una fecha importante en el calendario del movimiento transfeminista. Permitió la organización, el debate y el pronunciamiento sobre la salud como derecho humano y la necesidad de que se asuma una perspectiva de género del proceso de salud, enfermedad, atención y cuidado.
Hasta el 2020, las acciones se centraron en la exigencia de una ley de aborto legal, seguro y gratuito, demandando al Estado la responsabilidad de evitar los riegos de la práctica clandestina. Un 28 de mayo de 2005, se lanzó la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito; y, dos años más tarde, otro 28 de mayo, se presentó por primera vez en el Congreso el proyecto para legalizar la interrupción del embarazo, que se aprobaría 13 años después gracias al activismo incansable de la marea verde.
En los últimos veinte años, además de la Ley de Interrupción Voluntaria y Legal del Embarazo, el movimiento transfeminista consiguió y avanzó en la Ley de Educación Sexual Integral, el acceso gratuito a métodos anticonceptivos, la Ley de Parto Respetado, la Ley de Identidad de Género y el abordaje integral de situaciones de violencias de género. Todas legislaciones nodales en el derecho a decidir en el ámbito de la salud. Hoy, con un gobierno nacional liberal y altamente conservador en materia de derechos, está en riesgo la garantía y la permanencia de las normativas y el real acceso a los servicios de salud y los medicamentos.
En los últimos meses, el gobierno de Javier Milei operó un desguace de las políticas públicas en materia de género y salud, entre muchas otras. El Ministerio de Salud de Nación envió, hasta diciembre, misoprostol, mifepristona y anticonceptivos, insumos básicos para la salud de las personas gestantes. Ante la interrupción del suministro, desde enero de este año, los centros de salud municipales se valieron de compras del Ministerio de Provincia y de lo que quedaba de 2023. Si bien todavía no hubo faltantes, la escasez en stock de métodos anticonceptivos y medicación para interrupciones de embarazo obstaculiza el acceso. El acceso a ligaduras tubarias y a vasectomías está previsto en la Ley 26.130 de Anticoncepción Quirúrgica. Sin embargo, nunca fue un camino allanado.
Derogar una ley no es la única herramienta de la que puede valerse un gobierno para atentar contra los derechos de las personas gestantes. Hoy, en la atención primaria de salud, se registran faltantes de mifepristona, un medicamento que, junto al misoprostol, figura dentro de la lista de esenciales de la Organización Mundial de la Salud. La combinación de mifepristona y misoprostol es la forma más eficaz y segura de realizar aborto con pastillas. Que el gobierno de Milei escatime medicamentos no es la única problemática que afecta la salud de mujeres y disidencias. Los discursos de odio y desprecio alentados desde La Libertad Avanza y algunos medios de comunicación son el caldo de cultivo de cuestionamientos de la sociedad y del propio personal de salud no garantista de derechos, particularmente contra la interrupción del embarazo. Muchxs profesionales de hospitales y dispensarios indican que aumentaron las resistencias de colegas objetores de conciencia, que dificultan la práctica. El desarme del Plan Nacional ENIA, de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia, las amenazas contra la Ley de Interrupción del Embarazo y la amenaza constante de faltantes en métodos anticonceptivos parecen integrarse perfectamente con las recientes declaraciones públicas del secretario de Culto mileísta, Francisco Sánchez. Es importante seguir hablando de esto, y ponerlo en agenda.
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