Rosario, en su peor momento

Este lunes se vivió una jornada con muy poca gente en las calles y muchos comercios cerrados, además del paro en distintas actividades. Los colectivos continúan con el paro hasta hoy después del mediodía, cuando despidan al chófer baleado el jueves y fallecido el domingo. El gremio docente Amsafe resolvió seguir con el cese de actividades en las escuelas públicas. Las estaciones de servicio no atienden entre las 22 y 6 de la mañana del día siguiente; como los taxistas y remiseros que no circulan por la madrugada. La atención en la salud pública sigue restringida por el paro de colectivos.


Mientras llegan más fuerzas armadas y federales a Rosario como una estrategia repetida para combatir la escalada de violencia por las bandas vinculadas con el narcotráfico la pregunta de gran parte de la ciudadanía es por cuánto tiempo estarán los efectivos y qué pasará cuando se vayan.
Mientras, una nueva amenaza al gobernador Pullaro en Rosario: “Hasta que no pare, vamos a matar”. Si bien los mensajes vienen siendo constantes, las autoridades encontraron durante la madrugada de este martes una nueva amenaza de muerte contra un funcionario provincial que mantiene una fuerte tensión con los detenidos narco. La misma fue encontrada a pocos metros de distancia del policlínico PAMI 2, frente a la casa de una mujer en la zona norte, quien reportó el mensaje a las autoridades. El lugar no fue baleado.
Al mismo tiempo, se reportó otra amenaza a recolectores de residuos en la zona noroeste de la ciudad: dos sospechosos en moto amenazaron a los empleados de la empresa LimpAr cuando hacían sus tareas en Forest y Brasil. Los sospechosos, arriba de una moto negra, se pusieron a la par del camión y el acompañante hizo ademanes de tener un arma de fuego. A pesar de las constantes amenazas y la ola de crímenes en Rosario, el Gobierno santafecino especuló con la posibilidad de decretar un toque de queda, sin embargo, el ministro de Seguridad de Santa Fe, Pablo Cococcioni, descartó que se esté analizando dicha posibilidad.
Por otro lado, consultado por el móvil de los ataques a trabajadores, el funcionario consideró que son ordenados por “bandas cuyos líderes están presos y condenados y evidentemente como se les ha ido cerrando la posibilidad de manejar la actividad delictiva desde adentro de la cárcel están acudiendo a estas medidas casi desesperadas para intentar torcer el rumbo de la política de seguridad”.