Fernando “Tulo” Rivero, integrante del cuerpo técnico de Peñarol en la temporada 2011/12, pasó por Terreno de juego el día que se cumplieron 11 años del tricampeonato del “milrayitas” y habló sobre sus recuerdos de aquella época histórica, aprendizajes y experiencias al frente del conjunto marplatense.
En primer lugar, el entrenador que tuvo un último paso en Regatas de Corrientes en la temporada 2022/23, explicó detalles de lo que vivió en su etapa como ayudante del cuerpo técnico dirigido por Sergio Hernández, donde destacó sus títulos más recordados y su relación al día de hoy con algunos integrantes de ese plantel. “Me quedo con todos los logros en mí paso por Peñarol, en especial el súper 8 en Neuquén y la Liga de las Américas del 2008, fue hermoso ver la caravana de hinchas después de cada logro, tuve la fortuna de estar en el lugar indicado en el momento indicado, en ese entonces todos querían estar en Peñarol, me quedo con muchas amigos, mantengo una gran relación con varios de los jugadores que tuve, hablo mucho con Marcos (Mata), con Martín (Leiva), era un gran momento lleno de buenos recuerdos, ese era un equipo que ganaba bastante fácil, lo dominaba de entrada“, describió.
Sus grandes logros con la institución marplatense lo vieron como ayudante técnico de Sergio “Oveja” Hernández, del que adquirió muchas cosas antes de volverse entrenador principal. “De Sergio aprendí mucho, sobre todo como se maneja un equipo y estoy contento con ese paso que tuve con él, fue el que me avisó de antemano cuando se estaba por ir y que iba a asumir yo como entrenador principal, era bastante nuevo pero estaba preparado”, narró el “Tulo”.
Dentro del plantel con el que consiguió el recordado tricampeonato de la temporada 2011/12, se encontraban jugadores de renombre a nivel internacional, por lo que Rivero explicó cómo fue la experiencia de tener en sus filas a Campazzo y Nocioni y cómo los ve en la actualidad. “Me alegra mucho ver a Facu (Campazzo) triunfar en Europa y antes en la NBA, es un chico con un gran nivel y que no tiene límites, me alegra porque es un pibe muy bueno y muy querido, me siento bendecido de haber compartido tiempo con él, al igual que cuando vino Chapu (Nocioni)”, contó.
Finalmente, el entrenador detalló qué significa el “milrayitas” en su carrera y lo que le produce ver al equipo en lo personal. “Peñarol es mí segunda casa, siempre que puedo trato de ir a verlo y se me pone la piel de gallina cada vez que veo todo lo que genera”, concluyó.
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