¿Las consecuencias que podría tener Argentina si abandona su histórica neutralidad?
Desde que asumió Milei la estrategia en política exterior argentina está pasando por una alineación directa con los Estados Unidos, lo que implica no sólo unas nuevas “relaciones carnales” con el país del norte sino también adoptar su estrategia: apoyar a Israel sobre Palestina, financiar la guerra en Ucrania y formar parte de la OTAN, entre otras acciones.
En una entrevista el presidente argentino señaló que busca enviar ayuda militar a Ucrania y que “es algo que están definiendo los ministros de Defensa de ambos países”. Por otro lado, defendió a Israel y sostuvo que avala la política “que está llevando a cabo Netanyahu” en la Franja de Gaza porque “tiene derecho a defenderse”, mientras el ataque sionista ya se cobra más de 30 mil palestinos fallecidos.
En el mismo sentido, lo que le faltaría a Milei es entrar como “socio global” lo que implicaría un status superior al de aliado extra-OTAN que Argentina tuvo durante el mandato del presidente Carlos Menem en los 90. Cabe destacar que el caso de la alianza como socio extra-OTAN era un acuerdo unilateral de Argentina con Washington y no con los otros miembros.
Luis Petri, manifestó que “la decisión de sumarse al programa de socio global de la OTAN supone, la mejora de las capacidades defensivas del país mediante la interoperabilidad, ser parte de la discusión de seguridad internacional, modernizar doctrina, acceso a equipamiento e información para dar frente multilateralmente a los diversos desafíos que enfrenta la defensa en el Siglo XXI”.
Además, el ministro de Defensa expresó que dicha decisión “es el mandato del Presidente Milei, de reconciliar a nuestras Fuerza Armadas, en este caso con el mundo occidental, democrático y libre”.
El sábado, el presidente Javier Milei tuvo que suspender su viaje a Dinamarca por el sorpresivo ataque que efectuaron las fuerzas armadas de Irán hacia Israel. Sucedió luego de que el estado sionista atacara una embajada de Irán en Damasco (Siria) y murieran varias personas, entre ellas un general iraní de peso.
Ya en el vuelo, Milei habría decidido armar un “comité de emergencia” para tratar la situación en Medio Oriente, un conflicto que por más extensión mundial que pueda llegar a tener, nos sigue encontrando a una distancia alejada.
Sin embargo, las directivas del gobierno nacional fueron exagerar la preocupación y ayer mismo difundieron una foto de la famosa mesa del comité de crisis, integrada por la mayoría de los funcionarios de gabinete, con la excepción de propio ministro de Defensa, Luis Petri, que se encontraba en Dinamarca para la compra de aviones militares.
Pero sin dudas, lo más destacado de todo esto fue el comunicado que lanzó la Oficina del Presidente, en el cual da cuentas de que Argentina empieza a despegarse de su histórico posicionamiento de neutralidad ante conflictos armados de gran escala. Sin dudas, a lo que habría que recordar que durante los 90, durante los gobiernos de Carlos Menem, el mismo posicionamiento político de la Argentina en conflictos similares en medio oriente y su alianza con los Estados Unidos, pudo haber sido uno de los motivos por los que se dieron los atentados en la Embajada de Israel (1992) y la AMIA (1994), con cientos de víctimas. El posicionamiento de Milei pasa más por una “retórica mesiánica” propia del presidente para “mostrarse como un referente” a nivel mundial y en apoyo a Israel.
Irán envió misiles a Israel, después de que Israel bombardeara la embajada de Irán en Siria dejando muertos por esto, lo que pone a Irán en una defensiva y resistencia bombardeando a este país como mensaje de esto, pero hay que destacar que estos misiles no dejaron víctimas mortales y el 99% de los misiles fueron interceptados por Israel y sus aliados que fueron: Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania y Jordania, pero que no movieron ni un dedo cuando aniquilaron a más de 30 mil personas.
Ante la consulta por lo ocurrido el fin de semana, el titular de la DAIA advirtió que el gobierno iraní mantiene vínculos directos con algunos países latinoamericanos, lo cual preocupa a la comunidad judía de la región ante la posibilidad de nuevos ataques en el futuro a corto plazo.