En la madrugada del lunes 6, Justo Fernando Barrientos, prendió fuego la habitación de un hotel de Barracas donde dormían 4 personas a las que él asediaba por ser lesbianas. Una de ellas falleció, dos están en estado crítico y la cuarta está internada con heridas.
Tuvimos algunas noticias: el cuerpo de Pamela irá a autopsia, no apareció ningún familiar a reclamar el cuerpo todavía. Sobre el resto de las víctimas, están los colectivos de lesbianas organizadas a nivel nacional viendo como se puede cubrir su traslado. Dos de ellas siguen en situación de mucha delicadeza, porque sus cuerpos están 90% y 70% cada una.
El Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 14, a cargo de Edmundo Rabbione, investiga el hecho. Ante la consulta de este medio, se informó que por orden del juez de la causa no brindarán información al respecto.
Hasta el momento hay un hombre de 62 años detenido y trasladado al Hospital Argerich. La Policía de la Ciudad le incautó “una sierra afilada con la que se habría autolesionado” en el cuello luego del incendio, según informaron las mismas fuentes policiales. De acuerdo a testimonios de vecinos del hotel, el incidente se produjo a partir de una agresión de este hombre, a quién se lo reconoce como Justo Fernando Barrientos. Además de estas personas heridas, 30 personas más fueron evacuadas por quemaduras.
Este episodio no es un hecho aislado, la comunidad LGBTI+ es víctima de este tipo de ataques continuamente. Según el informe anual del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio LGBTI+, durante 2023 en Argentina hubo 133 crímenes de odio por orientación sexual, identidad y/o expresión de género.
Los discursos de odio que incitan a la violencia por orientación sexual e identidad de género son un caldo de cultivo para los crímenes de odio, sobre todo cuando son emitidos y amplificados por el gobierno nacional.