Cobertura de Agencia Presentes
Miles de personas participaron de la 33° Marcha del Orgullo LGBTIQ+ en la Ciudad de Buenos Aires, en una movilización multitudinaria, con largas cuadras abarrotadas de personas. Las consignas giraron en torno a la avanzada del gobierno libertario sobre los derechos de la diversidad, los discursos de odio, la retirada del Estado y el ajuste.
Desde las 10 de la mañana, activistas, familias y personas de a pie comenzaron a llegar a Plaza de Mayo. Allí se desplegó uno de los escenarios principales y la histórica seguidilla de stands de la feria, junto a puestos de comida vegana y choripanes.
La jornada estuvo marcada por la alegría de la comunidad, con shows y música en todo momento. También, especialmente, por el mensaje político en el marco de la primera marcha que tiene lugar desde el comienzo del gobierno de Javier Milei y en un contexto de ataque hacia las diversidades y los feminismos.
Orgullo y fiesta en defensa de los derechos conseguidos
“Todos los años festejamos en nuestro día. Pero esta vez protestamos para defender nuestros derechos, los que nos están quitando y nos costó tanto poder tener”, expresó a Presentes Valeria del Mar Ramírez, mujer trans, trabajadora sexual y militante en AMMAR.
Valeria es sobreviviente de la última dictadura cívico militar. También es la primera querellante trans en dar testimonio en un juicio de lesa humanidad. En marzo de este año, el Tribunal Oral Federal N1 de la Plata la reconoció como una víctima del Terrorismo de Estado. Por primera vez se condenó a represores por los delitos privación ilegítima de la libertad, tormentos, abuso sexual y reducción a la servidumbre a personas del colectivo travesti trans.
El jueves pasado, la secretaria general de AMMAR, Georgina Orellano, y una compañera suya, Daniela Reyes, fueron detenidas violentamente por la Policía de la Ciudad. “Volvemos a la era de cuando yo trabajaba y teníamos que escondernos detrás de los coches y la policía nos tiraba al suelo. Lo mismo que le pasó a Georgina nos pasaba a nosotras en la época de los militares. Gracias a Dios las compañeras están bien”, compartió Ramírez.
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