El jefe de Gabinete Guillermo Francos tuvo este miércoles su primera cita en la Cámara de Diputados para realizar el primer informe de gestión y para responder las más de 3.000 consultas por las medidas tomadas hasta el momento por el gobierno de Javier Milei.
Pero mientras esto transcurría, en las afueras del recinto las fuerzas de seguridad estaban abocadas nuevamente a la tarea de reprimir a los jubilados que se reunieron por segunda vez para reclamar ante el veto presidencial de la Ley de Reforma Jubilatoria. Hoy se preveía también una nueva jornada de protestas mientras se discutía el presupuesto universitario, entre otros proyectos, en el Senado, pero finalmente la sesión fue pospuesta para la semana próxima en una estrategia de los dialoguistas para darle tiempo al oficialismo, dilatando así tratamientos claves.
No hay dudas que la defensa del veto presidencial y de los dnu, y de los nuevos proyectos de ley se defienden a los palazos en un contexto empobrecedor e inhumano. Mientras esto ocurría, dentro del recinto Francos argumentaba la decisión afirmando que “se trata de un gasto que, por su efecto acumulativo, se incrementaría año tras año, condenando al país a más emisión, deuda, inflación y pobreza”.
En el día de ayer se contabilizó aproximadamente 27 personas fueron atendidas por el personal sanitario por la represión que habían recibido palos, gases y golpes por las fuerzas federales.
Voy a tomar el editorial de Víctor Hugo Morales:
Lo equivocado de la protesta es el motivo. Tendría que ser porque el aumento acordado es una miseria. Y sin embargo lo tienen que hacer para defender ese aumento. Esta es la crueldad brutal del gobierno de las corporaciones.
El aumentito de 15 mil pesos es un bochorno. Pero los jubilados tienen que pelear a favor de esa afrenta a sus economías. Porque algo es algo, en medio de tanta malaria. Dámela, no me la quitas, le dicen a Milei, algo voy a hacer con eso. Y el éxito del sistema es que sea eso lo que está en discusión. Y el corolario es que, encima, les pegan y les meten gases. Te distraen y te apalean con una engañifa.
Cuatro fuerzas de seguridad arremeten contra personas de 70 y 80 años. Qué vergüenza. Bullrich juega a la generala, y los dados le dan una doble de heridos y detenidos.
Milei recibe a ultraderechistas españoles, y Caputo dice que vamos al éxito. Parece Duhalde. Pero no, quizás tenga razón. Para doscientos mil beneficiarios del asunto Impuesto País, Argentina es Disneylandia, con el ratón Mickey recibiendo a los visitantes en la sala central del Centro Cultural Kirchner.
El drama es para seis millones de jubilados, a los que estos otros ratones paranoicos, sin la belleza de la música, les roban a cara de perro el sueldo, los medicamentos, y los últimos sueños de la vida, que en realidad son las ganas de dormir un poco más tranquilos.
De eso se trata. Se trata de juntar plata, en el caso de ellos, para los que ganan con el poder y lo sostienen. Digámosles, al menos, dígalo a la clase política, que sabemos que nos están robando, que sabemos quiénes son. Digámosle al menos que sabemos lo que nos hacen, que tenemos la lucidez de entender la estafa.
Diez minutos antes de las 17, se desmadró la soporífera jornada destinada al informe del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, ante la Cámara de Diputados, en medio de la represión a jubilados y militantes sociales y sindicales que protestaban frente al Anexo del Congreso por el veto de Javier Milei a la movilidad previsional. Después de un griterío que se produjo frente a la negativa de Menem a llamar a un nuevo cuarto intermedio, los legisladores de Unión por la Patria abandonaron el recinto. Las preguntas que esa bancada había remitido a Francos no llegaron a ser respondidas en la sesión.
Tras la feroz represión contra jubilados y organizaciones sociales que efectuaron las fuerzas de seguridad en el marco de una marcha contra el veto presidencial a la Ley de Movilidad Jubilatoria, el líder de Camioneros y cotitular de la CGT, Pablo Moyano, convocó a una masiva movilización al Congreso.
LEER LAS JUBILACIONES MÍNIMAS
La misma situación podría ocurrir si el Senado aprueba el nuevo presupuesto universitario que viene con luz verde desde la Cámara baja. Ya lo advirtió el Presidente, que afirmó que usará el veto por segunda vez y las que sean necesarias si el Poder Legislativo insiste en atentar contra su sagrado equilibrio fiscal.
PH: La Retaguardia
