Durante el primer fin de semana largo de junio, con motivo de la conmemoración del fallecimiento del General Miguel de Güemes, el turismo local registró cifras inferiores a las que dejó el mismo feriado en 2023, tanto en cantidad de viajantes, como en tiempo de estadía y gasto promedio.
Según informó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), viajaron 802 mil personas y gastaron 81.464 millones de pesos. La cantidad de viajantes fue muy inferior en contraste con los 2.247.966 del año pasado. Pero desde la entidad aclararon que el de 2023 fue un feriado distinto, ya que duró cuatro días y no fue seguido por otro fin de semana largo, como el que habrá este 20 de junio hasta el 23, con motivo de la conmemoración de la muerte del General Manuel Belgrano.
Los 81.464 millones de pesos que se gastaron durante este fin de semana largo estuvieron repartidos en alimentos, bebidas, alojamiento, transporte, recreación y compras diversas. Con el Día del Padre como atractivo principal, hubo primordialmente movimiento hacia lugares cercanos y visitas más familiares que vacacionales
A las críticas cifras informadas por la CAME se suma un preocupante informe elaborado por el Frente Renovador que da cuenta de “una crisis turística sin precedentes”: Las ciudades turísticas clave registran ocupaciones hoteleras por debajo del 20% y la gastronomía sufre una caída interanual del 12%. La temporada de verano pasada registró un desplome del 18%.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la variación interanual en el último trimestre (Marzo-Abril-Mayo) de las pernoctaciones en hoteles cayó un 11,3% y la ocupación de huéspedes, un 14%.
El informe del frente renovador advierte que las medidas económicas recesivas impactan negativamente en el sector. “El aumento irracional de las tarifas de luz, gas, agua, entre otros servicios, sumado a la falta de incentivo al turismo por parte del Estado Nacional, está rompiendo el mercado interno generando, también, más desempleo y caída de Pymes, como ocurre con otros sectores”, alertan.
La Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA) reportó una pérdida del 12% en la industria gastronómica. Esta disminución es la peor de la última década, con el consumo en restaurantes desplomándose y los establecimientos luchando por sobrevivir.
Esto es producto de que al contexto económico, que incluye los tarifazos en los servicios, se suma la liberación del mercado de alquileres, que ha puesto aún más presión sobre los costos de mantenimiento. El costo del servicio eléctrico subió un 402% en los últimos 6 meses. Esto impacta en los costos de operación de los servicios turísticos y gastronómicos que se ven reflejado en los precios de los servicios. A esto se le suma la licuación del poder adquisitivo de turistas dejando un techo muy bajo para el consumo.
Tanto en la gastronomía como en el rubro hotelero, las consecuencias están siendo alarmantes y la caída de las plazas hoteleras se siente en cada rincón del país. Por ejemplo, mencionan que:
Bariloche, un destino turístico emblemático, ha visto su ocupación hotelera desplomarse a menos del 20% en la presente temporada baja.
En Pinamar, más del 50% de los comercios que abren todo el año, no lo hicieron este fin de semana largo.
Mar del Plata, en el fin de semana largo del 14/06 registró una ocupación del 35% y, para el siguiente, sólo el 65%.
“Esta caída muestra una tendencia nacional donde la falta de turistas por la caída del poder adquisitivo está causando el desplome en la ocupación”, según el trabajo del Frente Renovador. Y agrega que la Asociación de Hoteles de Turismo (AHT) alerta sobre una dramática disminución en la demanda debido al contexto de incertidumbre y recesión económica.
Asimismo, esto no se circunscribe a un fin de semana largo, dado que los datos reflejan que la reciente temporada baja está siendo la peor de la historia. “El incremento en costos fijos, como la calefacción, electricidad entre otros, está llevando a muchos negocios al borde del cierre”, enfatiza el informe. Los datos demuestran el panorama desalentador.
La situación ha llevado al sector turístico a calificar la presente temporada baja como “la peor de la historia” y a alertar que la situación “está llevando a muchos negocios al borde del cierre”.