En la segunda audiencia del juicio que se lleva adelante en el fuero penal de La Plata declararon ocho testigos que dieron cuenta de los movimientos de Luis Alberto Ramos luego de la desaparición del joven trans.
La última en declarar fue P., presentada por la fiscalía como la última pareja del imputado. Su inesperada aprehensión generó repercusiones y posiciones encontradas.
Hubo varias instancias de discusión entre parte acusatoria -conformada por los fiscales Juan Pablo Caniggia y Martín Chiorazzi, y el equipo que representa a la madre de Tehuel -Cristian Ariel González, Dolores Amaya, Pilar Rodríguez Genin y Flavia Centurión-; y la defensora oficial del acusado, Natalia Argenti, quien intervino en un momento de la declaración de P. aduciendo que se estaba maltratando a la testiga por ser mujer y obligándola a dar detalles sobre su vida sexual.
P. fue la última en declarar en el juicio por Tehuel. Estuvo 8 horas aislada en el cuarto contiguo a la sala donde se llevó adelante la audiencia. Cuando se sentó frente a los jueces, teniendo al principal sospechoso a su derecha, sus declaraciones, según la Fiscalía y los abogados de Norma, evidenciaron contradicciones. “La testiga obstaculiza la investigación por negar hechos ya incorporados en el expediente”, afirmó Cristian González, abogado de la familia de Tehuel. Este argumento fue el que utilizaron, junto con la Fiscalía, para ordenar su detención.
Para la abogada, la fiscalía interpretó como un obstáculo el hecho de que P. no recordara ciertos pasajes de su única declaración, que fue hace más de tres años, en el marco de una investigación en la que se la citó una sola vez. “La cuestión giró en torno a una relación que la fiscalía presume y ella no niega, pero que califica de una manera diferente. La fiscalía considera que el hecho de que en alguna oportunidad hubiera algún mensaje en la que lo trata con cierta cercanía, significa que hay una relación de pareja, e infiere que por esa relación de pareja ella tendría que tener más conocimiento de lo que efectivamente tiene”. Según la letrada esto es una suposición por parte de la acusación. “Lo que termina sucediendo es que el Tribunal considera que el hecho de que ella titubeara o dudara, es indicio suficiente de que intentaba beneficiar a los imputados”.
La abogada destaca que P. no quiere que se divulgue mediáticamente información falsa y errónea sobre ella, no quiere ser señalada como una “pareja encubridora” de un hecho tan aberrante como el que se está juzgando en esta causa. No quiere tener problemas con sus vecinxs ni en su lugar de trabajo. No quiere, además, que se haga hincapié en situaciones que pueden perjudicarla personalmente e insiste en que no tiene ninguna información, ni relación formal de pareja como la que pretenden que declare tener.