El día de ayer por la tarde el Congreso aprobó un nuevo aumento del 6,5% en dos tramos para el sueldo de los trabajadores legislativos que impactará sobre los ingresos de los senadores nacionales, atados a la paritaria interna. Tras la polemica desatada, la vicepresidenta Victorial Villaruel convocó a una sesión especial el jueves a las 10 para que los senadores den marcha atrás con el aumento de sus sueldos.
El incremento seria de 3,5% sobre los sueldos de julio y otro 3% sobre el monto a percibir en agosto. La dieta de los legisladores de la Cámara alcanzaría, de esta forma, los $9 millones.
La suba fue establecida por la Comisión Negociadora Paritaria del Parlamento nacional, una mesa que aglutina a la pata sindical que responde a los trabajadores y los representantes de las Cámaras de Diputados y Senadores, que se reunió ayer y dio lugar al aumento.
La resolución lleva la firma de las autoridades del Senado, María Laura Izzo, secretaria administrativa, y Agustín Giustinian, secretario parlamentario. Por Diputados Laura Oriolo, secretaria administrativa y Diego Molina Gómez, secretario general de Diputados y los sectores sindicales. Norberto Di Prospero y Fabián Zacardi de parte de la Asociación del Personal Legislativo (APL), Claudio Britos de ATE y Martín Roig de Unión del personal civil de la Nación.
El incremento suscrito en las últimas horas para los trabajadores legislativos impacta directamente en el sueldo de los senadores debido a que, pese a la reticencia del ala libertaria, se votó en abril un proyecto con el aval de la vicepresidenta Victoria Villarruel para continuar con el enganche de la paritaria. En el caso de los diputados no tendrá impacto sobre las dietas dado que el titular de la cámara, Martín Menem, ordenó desenganchar los aumentos.
En marzo, se desató por primera vez la polémica, cuando Martín Menem, titular de Diputados, y Villarruel habían convalidado un aumento del 16% a partir del 1° de enero de 2024, y del 12% más acumulativo desde el 1 de febrero. Sin embargo, tras el rechazo del Ejecutivo, ambos desactivaron la suba otorgada.
Si bien la dieta de los senadores y diputados estaba atada a la paritaria de los trabajadores del Congreso, eso se interrumpió en 2021, en medio de la pandemia y un contexto de descontento generalizado con la dirigencia de todos los partidos, con fuertes cuestionamientos a los gastos de “la política”. En aquel momento, las autoridades habían decidido “desenganchar” las dietas de los legisladores de los acuerdos salariales de los empleados.
En ese sentido, se firmó una resolución que estipulaba que cualquier aumento de los haberes de los legisladores debía ser “tratado y aprobado por el pleno de ambas Cámaras”. La estrategia buscaba contener el reclamo de incrementos, ya que los legisladores evitarían votarlo en el recinto para evitar las críticas públicas.
Nuevamente, se espera que luego de que la Presidencia del Senado reciba esa notificación formal sobre el aumento, se dé marcha atrás a través de una votación en el recinto, durante un tratamiento especial.
Obviamente, este aumento en las dietas de los senadores provocó el rechazo público por tratarse de una decisión desaprensiva tomada en un país donde (tal como lo reveló Unicef) 1 millón de niños y niñas se van a la cama sin cenar porque su familia no tiene dinero para comprar comida.
Pero también revolvió aún más la crisis interna en la Casa de Gobierno, cuyos principales dirigentes le adjudicaron la responsabilidad del caso a Villarruel, quien mantiene una enemistad aviesa con Javier Milei y su entorno más cerrado.
Recordemos que lego del primer incremento en Abril, Villarruel alegó que la suba “fue votada a mano alzada en el recinto por contar con los votos necesarios para hacerlo”. “Como Presidente del Senado no soy senadora, no cobro del Senado y no puedo interferir en esas decisiones. Tampoco puedo obligar a que se vote nominalmente ni a que se justifique la decisión avalada por todos, porque no soy senadora”, se justificó.
Esta vez, la vicepresidenta intentó diferenciarse de la decisión de los legisladores y explicó que “es facultad de los senadores desengancharse o no de las paritarias de los trabajadores”. “Yo solo decido sobre las paritarias de los empleados”, afirmó.
Por su parte, el presidente Javier Milei arremetió contra los senadores por el incremento del sueldo que aprobó este lunes la Cámara alta y los acusó de “traicionar” a los argentinos. “Es más que una burla, es una traición al pueblo argentino”, dijo.
Horas después de que se conociera el aumento del 6,5% el Presidente expresó su “máximo repudio al vergonzoso aumento de sueldo” de los representantes.
Mediante un posteo en sus redes sociales, el mandatario comenzó recordando que, pese al aumento de la inflación, los sueldos del Poder Ejecutivo “se encuentran congelados desde el 10 de diciembre” y remarcó que “no hubo aumento de sueldo para Ministros, Secretarios o Subsecretarios. Tampoco para mí, que además renuncié a mi jubilación de privilegio”.
Y continuó: “Hace poco se habían aumento el sueldo a 7 millones de pesos pero parece que no les alcanza: hoy se aumentaron el sueldo a 9 MILLONES”.
Luego, el economista libertario se preguntó “¿Quién cobra 9 palos por mes?”, a lo que respondió de manera contundente: “NADIE”.
Para el jefe de Estado, percibir una dieta de 9 millones de pesos en este contexto “es más que una burla, es traición al pueblo trabajador”. Asimismo, señaló que “una vez más, la casta política se niega a soltar sus privilegios mientras el pueblo sufre las consecuencias”.
“Repudio cada una de las firmas que dieron lugar a éste despilfarro a favor de los políticos y en contra de los argentinos. No se quien fue el responsable de semejante burla pero quienes han avalado estos atropellos a los trabajadores sufrirán las consecuencias en las urnas cuando el pueblo se exprese mediante el voto”, sentenció.
Tras la tensión, Villarruel no asistió a la reunión de Gabinete registrando así su tercera ausencia consecutiva bajo el argumento de atender la agenda del Congreso y su última presencia data del 30 de julio.