En “Verdes y Frites” entrevistamos a María Inés González, fundadora y directora de Chill and Safe, una organización marplatense que trabaja y profundiza en la disminución o prevención de riesgos y daños, frente al consumo de sustancias.
El Sábado hubo un evento en Mandarine Park (Capital Federal), donde sobrevendieron entradas, y en ese contexto hubo muchas personas descompensadas. Pero eso no fue lo peor, sino que alguien perdió la vida, un chico de 27 años, y frente al cruce de información todavía no se sabe con claridad que había consumido.
Del lugar, nadie se hace responsable, sin embargo, no es un caso puntual, sino que es una falta de políticas públicas que protejan y permitan desarrollar estrategias de cuidados y prevención para los y las jóvenes. Lejos de una mirada prohibicionista, Inés explica porque la reducción de daños puede salvar vidas, y como sería factible desarrollarla.
Es necesaria la información, y en esto Inés es muy clara. Cuando aquellas personas que consumen no saben que tienen en frente, o que les causa, es muy dificil que puedan prevenir los males que les puedan causar. Mas allá de las amenazas constantes que recibe, ella hace hincapié en lo importante que es seguir en esta lucha de brindar información, por que es en la información donde se pueden salvar vidas, y esta información debe garantizarse en los espacios públicos, por parte del Estado, y mediante la ESI que garantiza la plena consciencia de todo lo que atente contra el propio cuerpo, pero no desde una mirada prohibicionista sino que prevenga y empodere.
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