El plan de que Massa asumiera el cargo de superministerio, o por lo menos del ministerio de Economía, seguro no era un plan que no estaba en la mira de Alberto Fernandez. De hecho, seguramente era la idea original, y quien desato el cambio imprevisto fue Martín Guzman con su renuncia sorpresiva, un sábado por la noche.
Pensarla a Silvina Batakis cómo una vende patria por haber pedido ajuste, y llegado a un acuerdo con el FMI es algo extremo, cuando en realidad ella no queria el puesto al que la estaban asignando, muchos no hubo antes del si que la designo cómo ministra de Economía. Y lo hizo siguiendo lineamientos, apegada al plan. Quedaban varias decisiones que nadie queria tomar: Sacar un nuevo préstamo, presentar de alguna manera resistencia al sector de la economía popular, que despues de medio mandato en silencio comienza a reclamar la implementacion de un Salario Basico Universal; llegar a acuerdos con el campo para fomentar la venta de la “soja de la especulación”, pero lo mas importante: generar un acuerdo con el FMI que pueda garantizar las futuras evaluaciones y desembolsos sin alterar el plan cuestionado del pago de la deuda: el famoso AJUSTE. La papa caliente, y nadie que se hiciera responsable (que no es lo mismo que hacerse cargo), de ensuciarse las manos. Ya no estaba Martin Guzmán, y como le dijo al Presidente en su carta de renuncia:
“a mí siempre me pareció (y me parece) que tranquilizar la economía constituiría una verdadera épica. Una economía tranquila es aquella en donde las grandes mayorías enfrentan condiciones para su pleno desarrollo humano.”
Batakis asume, y en 24 dias recorre los lugares que sean necesarios, para cumplir los acuerdos de esta jugada organizada.
Estas incomodidades que de alguna manera alejaban a Guzman se veian desde el acto de Ensenada. Y esta trieja ya estaba rompiendo corazones del peronismo mas ortodoxo.
Pero que pasa con Batakis y los avismos de cristal a los que se empujan a las mujeres, para tomar desiciones dificiles en momentos incomodos, pero que luego vuelven a barajarse las cartas de las masculinidades para hacerse cargo de los poderes reales?
Muchos interrogantes, muchas especulaciones. Mientras Massa va y viene, se mueve con soltura, tiene experiencia y eso quiere CFK. La asuncion de Serio Massa de por si, ya es un guiño “esperanzador” en el acuerdo que se busca tener con EEUU. Pero quien va a hacerse cargo de tomar desiciones para el pueblo trabajador? Los superpoderes no garantizan la eficacia de las desiciones a futuro. Ahora Alberto Fernandez queda algo desdibujado, y la cupula de poder es cada vez mas empinada.
Ojala algún dia construyamos otras formas de hacer política.
Lourdes Michique, comunicadora. Integrante de Verdes y frites